8 sugerencias para una cirugía exitosa. La evidencia plantea que una preparación activa para la cirugía, llamada pre-habilitación, sirve para minimizar las complicaciones y maximizar la recuperación.
Para la mayoría de nosotros, el tan sólo pensar en someternos a una cirugía es abrumador, trayendo consigo mucho miedo y ansiedad. El tomar tiempo para prepararse tanto física como mentalmente mejorará el resultado de la cirugía. Las personas que se preparan de esta forma experimentan una recuperación más rápida, así como menos dolor y complicaciones. Una vez que haya encontrado a un cirujano experimentado para que realice su operación, aún quedan varios pasos a tomar antes de ingresar al quirófano. Los siguientes consejos le ayudarán a prepararse para la experiencia.
1. Desarrollar fuerza:
Mejorar el estado físico antes de la cirugía puede reducir el tiempo de internamiento en el hospital, así como disminuir el riesgo de complicaciones postoperatorias. De manera general, las personas que pueden caminar algunas cuadras o subir varios pisos por las escaleras sin problema enfrentan menos complicaciones después de la cirugía que quienes no son capaces de realizar esas tareas.
2. Dejar de fumar:
Fumar es un factor de riesgo para muchas complicaciones quirúrgicas, entre ellas, dificultades con la incisión, infecciones, neumonía y problemas cardiovasculares. Dejar de fumar, aunque sólo sea pocos días antes de la cirugía, puede ayudar.
3. Controlar la glucosa sanguínea:
En los pacientes diabéticos, las complicaciones pueden reducirse cuando se logra controlar la glucosa sanguínea. La cirugía y la anestesia provocan una respuesta hormonal de estrés que aumenta la glucosa sanguínea. Las personas que no padecen diabetes pueden compensarlo produciendo más insulina, pero el organismo de los diabéticos generalmente no puede compensarlo y ese aumento deriva en hiperglicemia. Además, padecer diabetes aumenta los riesgos posquirúrgicos de cicatrización lenta, infecciones y/o problemas cardíacos y renales. Estos problemas pueden minimizarse cuando la glucosa sanguínea está bien controlada antes de la operación.
4. Controlar la apnea del sueño:
La apnea del sueño aumenta el riesgo de problemas respiratorios y oxigenación sanguínea después de la operación. Los pacientes diagnosticados con apnea del sueño deben informar al equipo quirúrgico sobre el tratamiento continuo que reciben. Los pacientes que roncan fuerte, sufren de congestión nasal constante por la noche o presentan otros síntomas de apnea del sueño deben considerar someterse a una evaluación antes de la cirugía. El equipo quirúrgico puede utilizar un medio de anestesia diferente con los pacientes que padecen apnea del sueño.
5. Mejorar la alimentación:
Lo deseable antes de la cirugía es tener un peso sano, en lugar de estar gordo o mórbidamente obeso. Estar bajo de peso, especialmente si la pérdida de peso fue brusca, priva al cuerpo de las reservas de energía y nutrientes necesarios durante la cirugía y la recuperación. Después de cualquier tipo de cirugía, la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos en las piernas, los que pueden desplazarse hasta los pulmones y provocar una situación potencialmente mortal.
De manera general, es provechoso ingerir más proteína como carnes magras, productos lácteos descremados, pescado, frutos secos y legumbres, así como disminuir la cantidad de grasa, azúcar y sal que se consume.
6. Controlar el estrés:
Los medios para controlar el estrés pueden ayudar con la ansiedad por la cirugía y la recuperación. Técnicas como la respiración profunda y la visualización dirigida pueden reducir la necesidad de analgésicos, disminuir la presión arterial, favorecer la inmunidad e incluso mejorar la calidad de vida.
7. Investigue y realice preguntas
Infórmese acerca de lo que conlleva la cirugía y aprenda de antemano tanto como le sea posible sobre las formas de acelerar el proceso de recuperación una vez realizada la cirugía. Los pacientes que están bien informados son los que usualmente están más satisfechos con el resultado.
Aprenda acerca de los riesgos y beneficios del procedimiento, después concéntrese en lo positivo
Coloque en una balanza los riesgos y beneficios de su cirugía. Una vez hecho esto, imagine una operación tranquila y exitosa. Al entrar a la operación, en lugar de pensar en los riesgos y complicaciones potenciales, siéntase alentado y mantenga una actitud positiva.
8. Cumpla con las indicaciones pre-quirúrgicas dadas por su médico
Asegúrese que las notas que tomó durante la primera cita con su médico sean cuidadosamente seguidas al momento de prepararse antes de la cirugía. Por ejemplo, algunas operaciones requieren que el paciente ingrese con el estómago vacío. Además, algunos procedimientos requieren preparar el cuerpo en el sitio de incisión. Por ejemplo, si el sitio de incisión es la zona pélvica o debajo del brazo, se le indicará no rasurarse antes de la operación con el fin de minimizar el riesgo de infección.
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