Un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico es una hemorragia (sangrado) que interfiere repentinamente a la función cerebral. La hemorragia puede ocurrir dentro del cerebro o entre el cerebro y el cráneo. Los ACV hemorrágicos son responsables del 20% de todos los ACV y se dividen en categorías según el lugar y la causa de la hemorragia:
- Hemorragia intracerebral: la hemorragia ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe dentro del cerebro. Los principales factores de riesgo incluyen presión arterial alta (hipertensión), alcoholismo, edad avanzada y consumo de cocaína o anfetaminas. Además, un ACV que comienza con una hemorragia (ACV trombótico o embólico) puede conducir a una hemorragia intracerebral inmediatamente después. Esto es común en los ACV embólicos, en los cuales una masa flotante dentro del flujo sanguíneo (llamado embolia) contiene bacterias y células inflamatorias, como cuando una persona tiene endocarditis infecciosa. En casos raros, la hemorragia intracerebral podría aparecer debido a una malformación arteriovenosa filtrante, que es un vaso sanguíneo híbrido y de paredes débiles entre una arteria y una vena. Este vaso sanguíneo débil está presente al nacer.
- Hemorragia subaracnoidea: la hemorragia de un vaso sanguíneo dañado hace que la sangre se acumule en la superficie del cerebro. La sangre llena una porción del espacio entre el cerebro y el cráneo y se mezcla con el líquido cefalorraquídeo que protege el cráneo y la médula espinal. A medida que la sangre fluye dentro del líquido cefalorraquídeo, aumenta la presión en el cerebro, lo que causa dolor de cabeza inmediato que puede interferir con la función cerebral. Durante los días inmediatamente posteriores a la hemorragia, la irritación química por la sangre coagulada alrededor del cerebro puede hacer que las arterias cerebrales cercanas en esta área sufran un espasmo. Los espasmos arteriales pueden dañar el tejido cerebral. Muy a menudo, la hemorragia subaracnoidea sucede a causa de un aneurisma sacular roto (un bulto parecido a un saco en la pared de la arteria), pero también puede ocurrir a causa de una filtración por una malformación arteriovenosa.¿Qué es?Un accidente cerebrovascular (ACV) hemorrágico es una hemorragia (sangrado) que interfiere repentinamente a la función cerebral. La hemorragia puede ocurrir dentro del cerebro o entre el cerebro y el cráneo. Los ACV hemorrágicos son responsables del 20% de todos los ACV y se dividen en categorías según el lugar y la causa de la hemorragia:
- Hemorragia intracerebral: la hemorragia ocurre cuando un vaso sanguíneo se rompe dentro del cerebro. Los principales factores de riesgo incluyen presión arterial alta (hipertensión), alcoholismo, edad avanzada y consumo de cocaína o anfetaminas. Además, un ACV que comienza con una hemorragia (ACV trombótico o embólico) puede conducir a una hemorragia intracerebral inmediatamente después. Esto es común en los ACV embólicos, en los cuales una masa flotante dentro del flujo sanguíneo (llamado embolia) contiene bacterias y células inflamatorias, como cuando una persona tiene endocarditis infecciosa. En casos raros, la hemorragia intracerebral podría aparecer debido a una malformación arteriovenosa filtrante, que es un vaso sanguíneo híbrido y de paredes débiles entre una arteria y una vena. Este vaso sanguíneo débil está presente al nacer.
- Hemorragia subaracnoidea: la hemorragia de un vaso sanguíneo dañado hace que la sangre se acumule en la superficie del cerebro. La sangre llena una porción del espacio entre el cerebro y el cráneo y se mezcla con el líquido cefalorraquídeo que protege el cráneo y la médula espinal. A medida que la sangre fluye dentro del líquido cefalorraquídeo, aumenta la presión en el cerebro, lo que causa dolor de cabeza inmediato que puede interferir con la función cerebral. Durante los días inmediatamente posteriores a la hemorragia, la irritación química por la sangre coagulada alrededor del cerebro puede hacer que las arterias cerebrales cercanas en esta área sufran un espasmo. Los espasmos arteriales pueden dañar el tejido cerebral. Muy a menudo, la hemorragia subaracnoidea sucede a causa de un aneurisma sacular roto (un bulto parecido a un saco en la pared de la arteria), pero también puede ocurrir a causa de una filtración por una malformación arteriovenosa.
Síntomas
Los síntomas del ACV hemorrágico varían según su causa:
- Hemorragia intracerebral:los síntomas casi siempre ocurren cuando la persona está despierta. Los síntomas tienden a aparecer sin previo aviso, pero pueden desarrollarse gradualmente. Éstos empeoran en un lapso de 30 a 90 minutos. Los síntomas pueden incluir:
- debilidad repentina
- parálisis o entumecimiento en alguna parte del cuerpo
- incapacidad para hablar
- desviación repentina de los ojos hacia una dirección
- vómitos
- dificultad para caminar
- respiración irregular
- estupor
- coma
- Hemorragia subaracnoidea: cuando está causada por un aneurisma roto, los síntomas pueden incluir:
- dolor de cabeza severo y repentino (algunas personas lo describen como un “trueno”)
- pérdida de conocimiento
- náuseas y vómitos
- incapacidad para mirar la luz brillante
- cuello rígido
- mareos
- confusión
- convulsión
Diagnóstico
Su médico querrá conocer su historia clínica y los factores de riesgo de un ACV. Su médico controlará su presión arterial y lo examinará, incluidos un examen neurológico y un examen cardiaco.
Para diagnosticar y clasificar su ACV, su médico necesitará un examen por imágenes de su cerebro. Algunos exámenes pueden ser útiles, incluidos tomografía computada (TAC) o una imagen por resonancia magnética (IRM). En el caso de los ACV hemorrágicos, las TAC son los exámenes más efectivos y rápidos. Si se sospecha de una hemorragia subaracnoidea, su médico podría hacer una punción lumbar, también llamada punción raquídea, mediante la cual se extrae una pequeña muestra de líquido cefalorraquídeo con una aguja que se inserta dentro de la espalda. Este líquido se examina para ver si contiene sangre. Otro examen, llamado angiografía por IRM, puede dar información sobre el flujo sanguíneo en su cerebro.
Si estos exámenes muestran que tiene un ACV, tendrá que realizarse exámenes para detectar la causa. Dado que el ACV hemorrágico causa también hemorragia, es importante evaluar la capacidad de coagulación de su sangre. Si toma un medicamento anticoagulante que pude contribuir al ACV, se analizará su sangre para medir el efecto de este medicamento. Si se sospecha de endocarditis infecciosa, se extraerán y analizarán muestras de sangre en un laboratorio para detectar bacterias. También podrían hacerse un electrocardiograma (ECG) y una radiografía de pecho. Le harán análisis de sangre para evaluar su recuento de glóbulos y la capacidad de coagulación de la sangre. Algunas personas se harán ecografías de las arterias del cuello (ecografía Doppler de carótida) o del corazón (ecocardiograma).
Prevención
Usted puede ayudar a prevenir el ACV por hemorragia intracerebral si controla su presión arterial. Debería tratar su colesterol, evitar el abuso de alcohol y nunca consumir cocaína o anfetaminas. El hábito del cigarrillo aumenta el riesgo de padecer de un aneurisma, por eso evitar el cigarrillo previene algunas causa del ACV hemorrágico.
Es casi imposible prevenir una hemorragia subaracnoidea causada por un aneurisma o malformación arteriovenosa, porque las anomalías de estos vasos sanguíneos generalmente no causan ningún síntoma antes de que ocurra la hemorragia.
Algunos médicos proponen exámenes de detección, como una angiografía por Resonancia Magnética, para identificar aneurismas antes de que estos causen un problema. Sin embargo, esta idea no resultó práctica para la mayoría porque la cirugía para extirpar el aneurisma sin ningún síntoma incluye riesgos significativos, y porque la mayoría de los aneurismas nunca causan hemorragia severa. Este detección podría tener sentido en algunas personas que han tenido dos o más familiares con hemorragias intracerebrales. Dado que es controvertida la detección del aneurisma, usted debería considerar cuidadosamente los riesgos de la cirugía con un médico antes de realizarse un examen de detección.
Cuándo llamar a un profesional
Llame a al departamento de urgencias de inmediatamente si un amigo o un familiar muestra síntomas que lo hacen pensar que podrían tener un ACV. Llame a su médico lo antes posible si presenta un fuerte dolor de cabeza con vómitos. Los dolores de cabeza menos intensos deberían ser evaluados por un médico si ocurren frecuentemente o están acompañados por otros síntomas, como náuseas, vómitos, debilidad o entumecimiento en cualquier parte del cuerpo. Si toma warfarina, cuéntele a su médico si tiene un dolor de cabeza que antes no tenía.
Si tiene dolor de cabeza grave y repentino que desaparece, es aún importante que se lo diga su médico. A veces, hay un pequeño sangrado de un vaso sanguíneo por un lapso breve una o dos veces antes de que haya una hemorragia subaracnoidea. El dolor de cabeza causada por este pequeño sangrado se denomina cefalea (dolor de cabeza) centinela. Si después del pequeño sangrado hay una hemorragia subaracnoidea grave, esta hemorragia generalmente sucede entre los días 6 y 22 posteriores al dolor de cabeza. Su médico podría tratarlo después de la cefalea centinela para prevenir una hemorragia más grave.
mi abuela tiene un accidente vascular hemorrágico menor y quiero saber algún diagnostico
para ella