La endometriosis pélvica se caracteriza por la formación de nódulos en la zona de los ovarios, las trompas de Falopio y del revestimiento de la cavidad pélvica. De hecho, para definir con más precisión en que consiste la endometriosis, podemos apelar a la RAE, que dice que es la “formación de mucosa uterina en órganos distintos del útero”.
Estos problemas en la zona de los ovarios hace que la mujer tenga dolores con relativa frecuencia, sobre todo antes de que la menstruación. Además, la endometriosis pélvica se suele asociar con la infertilidad.
Para diagnosticar la endometriosis se pueden tener en cuenta diferentes técnicas, como la palpación, la Ecografía, el Ultrasonido vaginal, Tomografía Axial, Resonancia magnética, la Cistoscopia, la Laparoscopia o incluso una Terapia hormonal.
Uno de los primeros y más habituales tratamientos para la endometriosis son los anticonceptivos, los cuales están compuestos de estrógenos y progesterona y alivian los síntomas, sobre todo cuando la endometriosis es leve y no presenta demasiados dolores a la mujer. Además, los anticonceptivos tienen menos efectos secundarios que otros medicamentos.
Ahora bien, hay ocasiones en las que el propio dolor o los problemas de fertilidad impiden a la mujer tener relaciones sexuales placenteras o incluso, llevar una vida normal, ya no solo en lo sexual, ya que también puede verse afectada en su estado de ánimo y repercutir en su entorno social. La homeopatía es otra terapia a la que se puede dirigir una mujer que tenga este problema.
No obstante, la mejor recomendación es que acuda a un experto.