El estudio conocido regularmente Eco de Partes Blandas es en realidad un ultrasonido de piel, tejido celular subcutáneo y planos musculo-aponeuróticos; tiene indicaciones diversas siendo la más frecuente el estudio de masas sólidas o quísticas localizadas en los planos anatómicos previamente mencionados.
Tiene utilidad para determinar el tamaño de las lesiones, su relación con distintas estructuras anatómicas, su profundidad, existencia de lesiones periféricas no detectadas en el examen físico así como la naturaleza de las masas (sólidas o quísticas); el ultrasonido de partes blandas es una herramienta formidable a la hora de las punciones diagnósticas ya que permite llegar a la lesión que nos interesa estudiar con precisión evitando lesiones de estructuras vecinas.
Otra indicación (aunque no formal) es el estudio de las hernias de la pared abdominal; si bien el diagnóstico de estas últimas es netamente clínico en los últimos años se ha dado un auge, principalmente impulsado por las compañías de seguros, de solicitar ultrasonido de partes blandas a los pacientes que serán intervenidos de hernias de la pared abdominal; en estos casos la información que aporta el estudio no es mucho mayor que la que ya se posee con el examen físico por lo que durante el ultrasonido en un paciente con hernias veremos con mucha claridad el saco herniario y los defectos (orificios) de la pared abdominal.
El ultrasonido de partes blandas es indoloro, inocuo, rápido y preciso, no genera ningún tipo de radiación y el paciente no necesita ningún tipo de preparación especial para someterse al mismo.