La importancia de la mamografía hoy en día. Según estudios, en los últimos seis años esta enfermedad se ha mantenido como la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres . Contar con un programa de detección precoz es fundamental para mantener esta patología bajo control y pesquisar los casos desde su etapa inicial.
Nadie piensa que le va a pasar. Nadie quiere que ocurra. Sin embargo, lo cierto es que una de cada 14 mujeres chilenas desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. Una enfermedad que puede llegar a ser mortal, pero que tiene altas probabilidades de recuperación si es descubierta a tiempo. A grandes rasgos, el cáncer mamario se puede dividir en dos categorías, de acuerdo a su etapa y potencial de diseminación: in situ e invasor. El primero se origina en los conductos de la mama sin traspasar la membrana basal y, por lo tanto, sin posibilidad de comprometer el tejido fibroadiposo ni los linfonodos (ganglios) axilares. En este caso, el tumor no se extiende a órganos distantes como hueso, pulmón, hígado o cerebro; es decir, no da metástasis. Pero no por eso es inofensivo. Un cáncer in situ puede transformarse en uno invasor, penetrando los vasos sanguíneos y linfáticos hasta volverse metastásico y letal.
La clave para impedir que esta bomba estalle es la detección precoz, lo que se logra mediante una mamografía preventiva anual. Este examen es una radiografía que sirve para encontrar cambios en la mama de mujeres que no presentan signos o síntomas de la enfermedad. A juicio de algunos doctores, cirujanos oncólogos, la mamografía “es fundamental, especialmente si uno quiere encontrar el cáncer en estado de in situ. Esta es la única forma de pesquisarlo en esa etapa, porque se trata de tumores no palpables que frecuentemente se presentan con microcalcificaciones, las que solo son visibles en una mamografía”.
La mamografía detecta todas las alteraciones que se pueden ver en el cáncer de mama. Está demostrado que en los países en que hay un programa de mamografía para todas las mujeres en forma periódica, se disminuye la mortalidad en hasta un 40 por ciento. Además es un examen barato, rápido y seguro, que no requiere de ninguna preparación especial de parte de la paciente. Solo se recomienda que la mujer venga en el periodo post menstrual, para que la compresión sea menos dolorosa.
¿A qué edad debe una mujer realizarse este estudio por primera vez? Lo ideal es a partir de los 40 años, a menos que la paciente tenga factores de riesgo que la hagan más propensa a esta patología. En ese caso, se sugiere hacer el primer examen a los 30 años, para controlar la posible aparición del cáncer. “Si una mujer tiene familiares de primer grado, como la madre, una hermana o una hija, con cáncer mamario antes de los 50 años -y especialmente antes de los 40-, tiene un alto riesgo de desarrollar la enfermedad y por ello debería controlarse con mamografía desde muy temprano”.
Una vez que se detecta la lesión sospechosa en la mamografía, lo primero es confirmar el diagnóstico a través de una biopsia. Si ésta es positiva (tiene cáncer), la paciente debe ser operada para extirpar el tumor. Cuando la pesquisa se hace en forma temprana, las posibilidades de recuperación son muy altas, llegando a tasas de sobrevida superiores al 90 por ciento en 10 años.
La técnica quirúrgica utilizada para tratar el cáncer mamario es la mastectomía, la q
ue puede realizarse de varias maneras:
- Parcial: se extrae el tumor canceroso rodeado de tejido mamario sano.
- Total: se saca toda la mama sin los linfonodos axilares.
- Radical modificada: además de extirpar la mama, se saca la areóla, el pezón y la mayoría de los linfonodos debajo del brazo (disección axilar).
- Profiláctica: también llamada mastectomía preventiva, reduce el riesgo de desarrollar cáncer extirpando las glándulas antes de que éste aparezca. Esta cirugía se recomienda para aquellas mujeres con altísimo riesgo. Es decir, las que poseen mutación genética, historia familiar directa o que ya han tenido cáncer en una mama y desean minimizar las probabilidades de padecerlo en la otra.
Para algunos doctores, seguir esta cadena de procedimientos (mamografía, biopsia, cirugía) es esencial: “El cáncer de mama es una enfermedad heterogénea, por lo que la información que nos dé la biopsia y la etapa en la que se encuentre la patología, es decir qué tan grande es el tumor y su grado de diseminación- nos guiarán para saber qué es lo que hay que hacer”. Así se decide qué tratamiento complementario a la cirugía se aplicará, ya sea radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia o una combinación de éstos.
En la actualidad se tiende a personalizar este proceso; es decir, tratar a cada paciente según el tumor que tiene. Esto nos permite limitar las toxicidades de las terapias y mejorar los resultados. Después viene el seguimiento. En esta etapa la enferma recibe todo el apoyo y cuidados del equipo médico, el que se encarga de vigilar la evolución y los resultados del tratamiento. Al comienzo los controles deben ser muy frecuentes, para evaluar los efectos de la terapia a largo plazo y estar atentos a la posibilidad de recaídas. Más adelante, éstos pueden distanciarse y llegar a tan solo una revisión anual.
Cuando la pesquisa del cáncer mamario se hace en forma temprana, la posibilidad de recuperación es muy alta. Incluso se puede llegar a tasas de sobrevida superiores al 90% en 10 años.
¿Qué es la mamografía?Es una radiografía de las mamas que permite que las anormalidades del tejido mamario -tanto benignas como malignas- puedan ser detectadas cuando su diámetro es aún muy pequeño (milimétrico). Para realizarla y asegurar su calidad, cada mama debe ser fi jada y comprimida en un equipo diseñado para ello. Así se obtienen a lo menos dos vistas de cada glándula, en distintas posiciones, para asegurar que todo el tejido sea examinado. Hoy existe también la mamografía digital. Ésta tiene mejor resolución y permite amplificar el tamaño de la imagen o aumentar su contraste, lo que facilita la detección de las lesiones. Sin embargo, a juicio de la doctora Razmilic “una mamografía convencional bien hecha es tan buena como una digital”. |
¿Sirve el autoexamen?Antiguamente se creía que este método era una buena forma de prevenir el cáncer mamario. Hoy las cosas han cambiado. “El autoexamen ya no se recomienda como medida de detección precoz, porque no se ha demostrado que disminuya la mortalidad. Esto ocurre porque cuando la mujer se encuentra un nódulo está llegando tarde. Además, es díficil que ella se dé cuenta si es un cáncer, un quiste o un fibroadenoma, tumor benigno común en las mujeres menores de 30 años”, explica el doctor Camus. |
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El rol de las terapias complementariasDespués de que la paciente ha sido sometida a cirugía, el cáncer de mama se sigue controlando mediante el uso de tratamientos específicos como la radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia. En la primera la paciente es irradiada con rayos X de alta energía. En la segunda se administran medicamentos anticancerígenos por vía venosa u oral. En la tercera se reduce la concentración de hormonas femeninas presentes en la sangre o se bloquea su acción. ¿Cuál es el objetivo? Destruir las células cancerosas e impedir su crecimiento y multiplicación. |