Cálculos biliares o piedras en la vesícula son partículas sólidas que se desarrollan en la vesícula biliar. Se forman a partir de la cristalización de la bilis, un fluido producido por el hígado y secretado dentro del intestino a través de los ductos biliarer para ayudar a digerir las grasas. Algunos cálculos biliares no producen síntomas detectables. Sin embargo, si el cálculo biliar causa el bloqueo de la vesícula biliar o del ducto biliar, puede causar inflamación y dolor en la parte superior derecha del abdomen, el hombro derecho o entre los omóplatos, que puede durar desde unos pocos minutos hasta varias horas. Otros síntomas incluyen náusea y vómitos, fiebre y escalofríos. La inflamación de la vesícula biliar se denomina colecistitis.
Los cálculos biliares son como piedritas molestas que se forman dentro de la vesícula biliar. La vesícula es una bolsa que acumula la bilis a medida que ese líquido fluye del hígado hacia el intestino a través de los conductos biliares. La bilis es el líquido que, en parte, ayuda a la digestión. Las sales que se encuentran en la bilis facilitan la digestión de las grasas. La bilis también contiene algunos materiales de desecho que incluyen el colesterol y la bilirrubina (producida cuando se destruyen los glóbulos rojos viejos). Los cálculos biliares se forman en la vesícula cuando las partículas de bilirrubina o de colesterol comienzan a agruparse y forman un bulto sólido. El cálculo o piedra aumenta de tamaño a medida que la bilis lo va bañando. Se asemeja mucho a la perla que se forma dentro de una ostra (ostión).
Muchas veces, los cálculos biliares no causan ningún síntoma ni problema. Los cálculos biliares pequeños pueden salir de la vesícula y de sus conductos de drenaje, luego eliminarse del cuerpo a través de los intestinos. Sin embargo, estos cálculos pueden causar síntomas si quedan atrapados en la estrecha salida de la vesícula biliar o en sus conductos de drenaje. Después de ingerir alimentos, especialmente aquellos con alto contenido en grasa, los delgados músculo de la pared de la vesícula se comprimen (se aprietan) y ayudan a que salga la bilis hacia los intestinos. Si la vesícula biliar aprieta un cálculo o si el cálculo impide que el líquido drene con facilidad, podría sentir un dolor fuerte y constante en la vesícula.
Pueden desarrollarse problemas más graves si un cálculo (piedra) entra al sistema de los conductos de drenaje pero no puede llegar hasta los intestinos. En este caso, el cálculo puede provocar un bloqueo junto con una acumulación de bilis en la vesícula o el hígado. Debido a que el aparato digestivo se encuentra contaminado con bacterias, el líquido atrapado puede terminar en una infección muy seria. Si un cálculo se aloja en la parte inferior de los conductos de drenaje, también puede causar un bloqueo del drenaje de las enzimas digestivas que provienen del páncreas. Esto puede ocasionar una inflamación del páncreas (una pancreatitis).
Los cálculos biliares son muy frecuentes. Ocurren en 1 de cada de cada 5 mujeres de 60 años de edad y con la mitad de la frecuencia en hombres. Las piedras en la vesícula biliar (cálculos biliares) son más frecuentes en personas de edad avanzada, que están en sobrepeso y aquellas que han perdido peso rápidamente. También es más probable que ocurran en mujeres que han estado expuestas a cantidades adicionales de estrógeno a lo largo de su vida al tener embarazos múltiples, al tomar pastillas anticonceptivas o al recibir hormonas de reemplazo después de la menopausia.
Síntomas
El ochenta por ciento de las personas que tienen cálculos biliares no tienen síntomas ni necesitan tratamiento. Cuando los cálculos sí causan síntomas, puede experimentar:
- Dolor abdominal, generalmente en la parte superior del abdomen y más a menudo en el lado derecho. El dolor causado por los cálculos biliares por lo general es un dolor constante que dura entre 15 minutos y varias horas cada vez que aparece.
- Sensibilidad a los alimentos con alto contenido de grasa. Las grasas hacen que la vesícula biliar se contraiga y pueden empeorar el dolor.
- Eructos, gases, náuseas o una disminución general del apetito.
Algunas veces, los cálculos provocan complicaciones más graves que incluyen pancreatitis o infecciones en la vesícula o los conductos biliares. Si le ocurre uno de estos problemas, puede tener fiebre, dolor abdominal más severo o ictericia (color amarillo de la piel o en la parte blanca de los ojos).
Diagnóstico
La mayoría de los cálculos biliares (piedras en la vesícula) no pueden observarse en las radiografías comunes pero se ven fácilmente con un ultrasonido. Estos cálculos son muy frecuentes pero no causan síntomas en la mayoría de las personas. Si tiene síntomas que no son muy típicos de los cálculos, aún cuando hayan detectado cálculos mediante ultrasonido o tomografía computada (TC), a su médico podría resultarle difícil determinar si los cálculos son los responsables de sus síntomas. Si sus síntomas son los síntomas típicos de los cálculos, su médico probablemente le recomendará tratamiento.
Si un cálculo biliar bloquea el drenaje de la bilis, mediante un ultrasonido se pueden observar las vías biliares ensanchadas. Su médico también podría pedirle análisis de sangre para evaluar si hay daño en el hígado o en el páncreas.
Los cálculos biliares más pequeños a veces flotan solos fuera de la vesícula y se eliminan del cuerpo en las heces (materia fecal). Los ataques causados por los cálculos biliares pueden mejorarse solos si estas molestas piedras cambian de posición dentro de la vesícula. Sin embargo, la mayoría de las personas cuyos cálculos causan síntomas necesitarán cirugía para curar el problema y continuarán teniendo síntomas hasta que se les quite la vesícula biliar. Aunque un ataque causado por cálculos desaparezca solo, los síntomas regresarán en el transcurso de dos años en aproximadamente dos de cada tres personas que no hayan recibido tratamiento.
Su riesgo de formar cálculos biliares es menor, si evita estar en sobrepeso. Si sigue dietas para perder peso, evite las que causan una disminución muy rápida de peso, por ejemplo, aquellas que restringen las calorías a menos de 500 al día.
Las pastillas anticonceptivas y el estrógeno pueden aumentar la probabilidad de formación de cálculos biliares. Evite tomar estos medicamentos si ya tiene otros factores de riesgo para la formación de piedras en la vesícula. Los grupos que tienen un alto riesgo de desarrollar cálculos biliares son los indígenas americanos, los hispanos, las personas que padecen de anemia drepanocítica y las mujeres que han tenido embarazos múltiples.
Cuándo llamar a un profesional
Si sabe que tiene cálculos biliares, comuníquese con su médico si desarrolla:
- Fiebre sin motivo
- Dolor fuerte y persistente en la parte derecha o media del abdomen o en la espalda
- Vómito persistente
- Coloración amarillenta en la piel o en los ojos (ictericia)