Detección y análisis del cáncer de riñón. Lamentablemente no existen análisis de sangre o de orina para detectar esta enfermedad. Si su médico sospecha que usted tiene cáncer de riñón, le pedirá un estudio de diagnóstico por imágenes del riñón. El primero de estos estudios que se realiza generalmente es una ecografía o una tomografía computarizada. En algunos casos pueden necesitarse varios estudios de diagnóstico por imágenes para evaluar el tumor en forma integral.
La herencia genética, la obesidad y el consumo de tabaco son algunos de los factores que pueden predisponer a sufrir un cáncer de riñón, una patología que, con un diagnóstico precoz, tiene una alta tasa de supervivencia. Es un tipo de cáncer que se produce en los riñones, dos órganos que tienen la función de filtrar la sangre y eliminar desechos y el exceso de líquido del organismo, transformándolos en orina que, desde los riñones, es enviada a la vejiga a través de los uréteres, para ser excretada posteriormente. Algunos tumores que se originan en los riñones, como el adenoma renal (el más frecuente), son de carácter benigno.
El adenoma renal es más frecuentes en adultos y ancianos, y se suele diagnosticar con una ecografía abdominal rutinaria, ya que generalmente no presenta ninguna manifestación clínica, debido a su pequeño tamaño.
Sin embargo, aunque apenas ocasione molestias al paciente, es mejor extirparlos para evitar que crezcan en exceso y puedan presionar los vasos renales y provocar insuficiencias. El tratamiento se realiza mediante cirugía por laparoscopia, y algunos tumores pequeños pueden incluso destruirse mediante radiofrecuencia.
Si se sospecha que tiene cáncer, deben evaluarlo para ver si éste se ha extendido hacia fuera del riñón (si se ha metastatizado). La evaluación consiste en estudios por imágenes como una ecografía o una tomografía computarizada. Posteriormente se debe realizar una resonancia magnética, rayos X y exámenes de sangre. Es posible que también necesite una gammagrafía ósea si tiene dolor de los huesos, fracturas recientes o si presenta ciertas anomalías en sus análisis de sangre. Si el médico lo considera necesario para una evaluación completa del tumor, es posible que solicite otras pruebas adicionales. Los análisis más frecuentes para diagnosticar y evaluar el cáncer de riñón son:
Tomografía computarizada (CT)
Una tomografía computarizada, es un examen radiológico especializado que se utiliza para visualizar los órganos internos y ofrece una imagen transversal bastante precisa de las áreas específicas del cuerpo. Es una de las principales herramientas con imágenes para evaluar el cáncer de riñón. Las tomografías computarizadas son más detalladas que las radiografías comunes, ya que toman fotografías de los órganos desde diferentes ángulos, corte por corte. Después, una computadora reúne las imágenes para mostrar el tamaño y la ubicación de cada anomalía. Para mejorar la imagen de los órganos abdominales, el paciente puede ingerir un contraste antes del examen; también se le puede administrar por vía intravenosa (IV, directamente en una vena)
Resonancia magnética (MRI)
La resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) es una tomografía altamente especializada similar a la tomografía computarizada pero mejor para evaluar ciertas áreas del cuerpo como, por ejemplo, los huesos. Crea una imagen transversal precisa de los órganos específicos dentro del cuerpo y hace posible examinarlos capa por capa con un potente imán para producir las imágenes.
Ecosonografía (ecografía o ECO)
Si se observa sangre en la orina, es posible que le pidan una ecografía abdominal con especial atención en los riñones, uréteres y la vejiga. La ecografía emplea ondas de sonido para generar imágenes de los órganos internos. Eso ayuda al radiólogo a detectar si existe alguna masa.
Radiografía de tórax
Puede realizarse una radiografía simple de tórax para ver si el cáncer se ha propagado hacia los pulmones. Si se observa algo en la radiografía, el médico puede solicitar una tomografía computarizada del tórax para determinar de qué se trata.
Angiografía
Este procedimiento se utiliza para visualizar la ubicación y el funcionamiento de las arterias. Generalmente se hace pasar un catéter por una arteria en la pierna en forma ascendente hasta una arteria que llegue al riñón (arteria renal). Luego se inyecta un contraste en la arteria para delinear los vasos sanguíneos. La angiografía permite trazar el contorno de los vasos sanguíneos que abastecen un tumor renal, lo cual puede ayudar al cirujano a planificar mejor una operación.
Biopsia
Si cuando se hayan realizado los análisis de diagnóstico existen sólidas sospechas de que la masa en el riñón es maligna (cancerosa), éste se extirpará quirúrgicamente (nefrectomía) de inmediato. Si los resultados de los análisis de diagnóstico no son concluyentes, es posible que se practique una biopsia. Durante el procedimiento de la biopsia se extraerá una pequeña muestra de tejido de la masa y se examinará para determinar si es benigna o maligna. Existen varias formas para realizar una biopsia de una masa en el riñón. El método más frecuente es un procedimiento llamado “aspiración con aguja delgada” (FNA, por sus siglas en inglés) o “biopsia con aguja delgada”. Con ayuda de un ecógrafo o de un equipo para tomografía computarizada, el médico inserta una aguja delgada a través de la piel, directamente en la masa y extrae una muestra de tejido para que la analice el patólogo.