El cáncer de cabeza y cuello

El cáncer de cabeza y cuello

El cáncer de cabeza y cuello comienza con el crecimiento anormal de células. Estas células cancerosas se multiplican descontroladamente hasta que forman un tumor. A medida que el tumor crece, puede formar un bulto, una llaga, un parche superficial y anormal de tejido descolorido o blanco. Sin tratamiento, el tumor puede invadir y destruir los huesos cercanos y tejidos blandos. Finalmente, puede diseminarse (metastatizarse) a nódulos linfáticos del cuello y a otros órganos del cuerpo.

En muchos casos, el cáncer de cabeza y cuello están causados por carcinógenos, sustancias que ocasionan cáncer.

Los carcinógenos incluyen los químicos que se encuentran en el humo del tabaco, en el tabaco sin humo (masticable) y en el tabaco para aspirar. El abuso de alcohol o el alcoholismo también puede contribuir al cáncer de cabeza y cuello. La enfermedad prevalece especialmente en aquellos que fuman y beben alcohol. Además de la clasificación detallada a continuación, el cáncer de cabeza y cuello incluye la clasificación de los cánceres de laringe (la caja de voz), de paladar blando y de paladar duro y los tumores de glándulas salivales, incluidas las glándulas parótidas.

El cáncer de cabeza y cuello se clasifica según su localización:

  • Vía aero-digestiva superior: incluye los labios, la boca, la garganta y la caja de voz (laringe). De todos los cánceres de cabeza y cuello, los más comunes son los que afectan la vía aero-digestiva superior. Casi todos los cánceres en esta parte de la cabeza son carcinomas de células escamosas, originados por un tipo de célula epitelial que forma las estructuras del área de la cabeza y cuello. Los carcinomas escamosos pueden también aparecer en la piel en el área de la cabeza y del cuello, pero un cáncer de cabeza y cuello de la variedad de los escamosos no se considera cáncer de piel. Estos cánceres son más comunes en personas mayores de 45 años. Los hombres son de dos a cuatro veces más afectados que las mujeres. Más del 90% de los casos están relacionados con el consumo de tabaco. El consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer de cáncer en esta área del cuerpo, especialmente cuando hay abuso de alcohol y alcoholismo.
  • Glándulas salivales: es raro el cáncer en estas glándulas. Existen varios tipos de cánceres de glándulas salivales que varían según su gravedad. La exposición a la radiación aumenta el riesgo de sufrir de este tipo de cáncer, y el hábito de fumar podría influir en los cánceres de glándulas salivales. Se creía también que las personas que tuvieron cálculos en las glándulas salivales e inflamación de las glándulas podrían ser más propensos a esta enfermedad.
  • Nasofaringe: es la porción superior de la parte posterior de la garganta, donde la garganta se une con la parte posterior de la cavidad nasal. A diferencia del cáncer de cuello y cabeza, éste no está asociado con el uso de tabaco y alcohol. Esta área es generalmente más sensible a la quimioterapia y a la radiación que otros cánceres de cuello y cabeza. En Estados Unidos, el cáncer nasofaríngeo no ha sido asociado a una causa particular. Sin embargo, en algunas partes de África del norte, Asia y el Ártico donde son más comunes los casos de cáncer, se lo ha relacionado con: infección con el virus de Epstein-Barr (VEB), la causa de la mononucleosis infecciosa, pescado salado cantonés, gran exposición al polvo y al humo y comer mucha comida fermentada.
  • Cavidades sinusales y nasales: setenta y cuatro a 79 por ciento de los cánceres en las cavidades sinusales (detrás de los huesos de la frente y los pómulos y dentro de la nariz) son carcinomas de células escamosas. Raramente, los adenocarcinomas, melanomas y linfomas también aparecen en esta área. En muchos casos, estos cánceres crecen mucho antes de ser diagnosticados. Esto se debe a que las cavidades sinusales y nasales son lo suficientemente grande como para que los tumores se desarrollen hasta que obstruyan los conductos nasales y sinusales o para que causen otros síntomas.

¿Qué es?

El cáncer de cabeza y cuello comienza con el crecimiento anormal de células. Estas células cancerosas se multiplican descontroladamente hasta que forman un tumor. A medida que el tumor crece, puede formar un bulto, una llaga, un parche superficial y anormal de tejido descolorido o blanco. Sin tratamiento, el tumor puede invadir y destruir los huesos cercanos y tejidos blandos. Finalmente, puede diseminarse (metastatizarse) a nódulos linfáticos del cuello y a otros órganos del cuerpo.

En muchos casos, el cáncer de cabeza y cuello están causados por carcinógenos, sustancias que ocasionan cáncer.

Los carcinógenos incluyen los químicos que se encuentran en el humo del tabaco, en el tabaco sin humo (masticable) y en el tabaco para aspirar. El abuso de alcohol o el alcoholismo también puede contribuir al cáncer de cabeza y cuello. La enfermedad prevalece especialmente en aquellos que fuman y beben alcohol. Además de la clasificación detallada a continuación, el cáncer de cabeza y cuello incluye la clasificación de los cánceres de laringe (la caja de voz), de paladar blando y de paladar duro y los tumores de glándulas salivales, incluidas las glándulas parótidas.

El cáncer de cabeza y cuello se clasifica según su localización:

    • Vía aero-digestiva superior: incluye los labios, la boca, la garganta y la caja de voz (laringe). De todos los cánceres de cabeza y cuello, los más comunes son los que afectan la vía aero-digestiva superior. Casi todos los cánceres en esta parte de la cabeza son carcinomas de células escamosas, originados por un tipo de célula epitelial que forma las estructuras del área de la cabeza y cuello. Los carcinomas escamosos pueden también aparecer en la piel en el área de la cabeza y del cuello, pero un cáncer de cabeza y cuello de la variedad de los escamosos no se considera cáncer de piel. Estos cánceres son más comunes en personas mayores de 45 años. Los hombres son de dos a cuatro veces más afectados que las mujeres. Más del 90% de los casos están relacionados con el consumo de tabaco. El consumo de alcohol aumenta el riesgo de padecer de cáncer en esta área del cuerpo, especialmente cuando hay abuso de alcohol y alcoholismo.
    • Glándulas salivales: es raro el cáncer en estas glándulas. Existen varios tipos de cánceres de glándulas salivales que varían según su gravedad. La exposición a la radiación aumenta el riesgo de sufrir de este tipo de cáncer, y el hábito de fumar podría influir en los cánceres de glándulas salivales. Se creía también que las personas que tuvieron cálculos en las glándulas salivales e inflamación de las glándulas podrían ser más propensos a esta enfermedad.
    • Nasofaringe: es la porción superior de la parte posterior de la garganta, donde la garganta se une con la parte posterior de la cavidad nasal. A diferencia del cáncer de cuello y cabeza, éste no está asociado con el uso de tabaco y alcohol. Esta área es generalmente más sensible a la quimioterapia y a la radiación que otros cánceres de cuello y cabeza. En Estados Unidos, el cáncer nasofaríngeo no ha sido asociado a una causa particular. Sin embargo, en algunas partes de África del norte, Asia y el Ártico donde son más comunes los casos de cáncer, se lo ha relacionado con: infección con el virus de Epstein-Barr (VEB), la causa de la mononucleosis infecciosa, pescado salado cantonés, gran exposición al polvo y al humo y comer mucha comida fermentada.
    • Cavidades sinusales y nasales: setenta y cuatro a 79 por ciento de los cánoncologia-cabeza-cuelloceres en las cavidades sinusales (detrás de los huesos de la frente y los pómulos y dentro de la nariz) son carcinomas de células escamosas. Raramente, los adenocarcinomas, melanomas y linfomas también aparecen en esta área. En muchos casos, estos cánceres crecen mucho antes de ser diagnosticados. Esto se debe a que las cavidades sinusales y nasales son lo suficientemente grande como para que los tumores se desarrollen hasta que obstruyan los conductos nasales y sinusales o para que causen otros síntomas.

Síntomas

Los síntomas del cáncer de cuello y cabeza varían según su localización:

    • Labios y boca: podría ver o sentir un bulto, una llaga abierta, un área sangrante, un parche con una anormal pigmentación blanca o roja dentro de la boca o sobre el labio. Podría haber dolor de garganta persistente, dolor de oído, molestia al masticar o tragar, o mandíbula inflamada (hinchada).
    • Garganta y laringe: los síntomas incluyen ronquera, molestia o dificultad para tragar, dolor en el cuello, la mandíbula o el oído, un bulto o inflamación en el cuello o una sensación de obstrucción en la garganta.
    • Glándulas salivales: el síntoma más común es un bulto de crecimiento lento en el pómulo, debajo del mentón, sobre la lengua o sobre el paladar. A veces este bulto causa dolor.
    • Nasofaringe: los síntomas incluyen nódulos linfáticos agrandados e indoloros (glándulas inflamadas) en el cuello, nariz constantemente congestionada u obstruida, frecuentes hemorragias nasales, pérdida de audición, frecuentes infecciones de oído, dolor de garganta o dolor de cabeza.
    • Cavidades sinusales y nasales: los síntomas incluyen obstrucción nasal, hemorragias nasales, entumecimiento en la cara, dolor en la frente, entre los ojos o detrás de los pómulos y ojos salientes.

Diagnóstico

nanoparticulas-tumores-cerebralesSu médico le preguntará acerca de sus síntomas y si fuma, mastica o chupa tabaco o si bebe alcohol. También podría preguntarle acerca de su dieta, origen racial, ocupación y antecedentes de exposición a la radiación. Luego, lo examinará y prestará particular atención a su boca, garganta, nariz, oídos y ganglios linfáticos de su cuello. Si se detecta un bulto o ganglios linfáticos sospechosos, su médico lo derivará a un especialista en biopsia, mediante la cual, se extrae una pequeña muestra de piel y se la examina en un laboratorio. Según sus síntomas y la ubicación del bulto o ganglio linfático, el médico podría ser especialista en oído, nariz y garganta, un cirujano bucomaxilofacial o un cirujano general.

Una vez que se ha diagnosticado cáncer, se harán otros exámenes para determinar la diseminación del cáncer.

La principal manera de evaluar los tumores de cuello y cabeza es un procedimiento llamado endoscopia fibróptica. El médico inserta un fibroscopio flexible dentro de la nariz para examinar áreas que podrían ser cancerosas. Este procedimiento puede usarse para examinar las vías superiores, la laringe, los pulmones y el esófago, así como las vías nasales y las cavidades sinusales.

En base al área de la cabeza y el cuello que se evalúe, los exámenes podrían variar:

    • Labios y boca: radiografías, tomografía computada (TAC), e imagen por resonancia magnética (IRM) de la cabeza y el pecho
    • Garganta: endoscopia fibróptica para examinar la garganta y laringe y posiblemente el esófago y los pulmones, radiografías, TAC, IRM de la cabeza, cuello y pecho, angiograma de cuello para examinar el flujo de los vasos sanguíneos. Estos exámenes son útiles para observar si el cáncer se ha diseminado
    • Glándulas salivales: TAC y Imagen por resonancia magnética  de cabeza y cuello
    • Nasofaringe: examen fibróptico para examinar el tumor en la nasofaringe, un examen neurológico para evaluar el daño en el nervio craneal de la cabeza y el cuello, exámenes de audición, examen dental profundo, radiografías. TAC e Imagen por resonancia magnética de cabeza y cuello y análisis de sangre.
    • Cavidades nasales y sinusales: endoscopia fibróptica para examinar el tumor dentro de las cavidades nasales y sinusales, TACImagen por resonancia magnética de la cabeza.
    • Laringe: una endoscopia fibróptica de laringe para examinar el área del tumor y determinar si las cuerdas vocales se mueven normalmente, radiografías, TAC, IRM de cabeza y cuello.

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Una vez que se manifiesta, el cáncer sigue creciendo y se diseminará hasta que se le trate.

Prevención

Para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de cuello y cabeza, usted podría:

    • evitar fumar cigarrillos, cigarros o pipas. Si fuma, pregúntele a su médico acerca de métodos que le ayuden a abandonar el hábito
    • evitar masticar o chupar tabaco
    • evitar el abuso de alcohol; además de ser un factor de riesgo, el abuso de alcohol o alcoholismo podría multiplicar el riesgo de padecer de cáncer de cuello y cabeza en las personas que también consumen tabaco
    • practicar una buena higiene bucal
    • visitar a su dentista regularmente; una evaluación dental profunda incluye un examen de rutina del interior de la boca.

Tratamiento

El tipo de tratamiento generalmente depende del nivel de diseminación del tumor (llamado “etapa” del tumor). En la mayoría de los cánceres de cuello y cabeza, la etapa está determinada por el tamaño del tumor y si éste ha invadido los tejidos cercanos, los ganglios linfáticos u otras áreas del cuerpo.

    • Tumores de las vías aerodigestivas superiores: los tumores generalmente se tratan solo con radiación o radiación y cirugía. Podría incluirse quimioterapia para mejorar los resultados de la cirugía y la radiación. En general, mientras más aguda sea la intervención, más tiempo llevará la recuperación.
    • Glándulas salivales: los tumores pequeños en la etapa inicial pueden tratarse solo con cirugía. Los tumores más grandes ya diseminados generalmente requieren radiación luego de la cirugía. Los tumores que no pueden extirparse con cirugía se tratan con radio o quimioterapia.
    • Nasofaringe: el tratamiento inicial consiste en una dosis de radiación alta, aunque puede usarse quimioterapia y cirugía en personas con cánceres que no responden bien a la radiación.
    • Cavidades nasales y sinusales: en la mayoría de las personas, este cáncer es avanzado al momento que se le detecta. La peor amenaza es que el tumor haya invadido áreas del cerebro. La cirugía puede extirpar la mayor cantidad de tumor posible. Luego se aplica radiación en la zona afectada. Generalmente se coloca anestesia antes del tratamiento.
    • Laringe: los cánceres pequeños y más superficiales pueden tratarse con radiación o con cirugía que resguarda la capacidad del habla. Sumar quimioterapia al tratamiento con radiación podría disminuir las posibilidades de tener que extirpar toda la laringe. Si se extirpa toda la laringe, los tratamientos que pueden restablecer la voz incluyen un micrófono externo (electrolaringe o laringe artificial), habla esofágica (en la cual el esófago expulsa el aire para que se produzca el habla) o un procedimiento llamado punción traqueoesofágica (mediante la cual se inserta un válvula para permitir que el aire salga de la tráquea y vaya al esófago para producir el habla esofágica).

Cuándo llamar a un profesional

Programe una cita con su médico lo antes posible si tiene cualquiera de los siguientes problemas, especialmente si consume o consumió alcohol o tabaco:

    • llaga, bulto o área sangrante persistentes, un parche blanco o región pigmentada en sus labios o en cualquier otro lugar dentro de la boca
    • bulto o inflamación persistentes en su cuello, mejilla, lengua o paladar
    • constante dolor de garganta
    • ronquera o dificultad para tragar que dura más de dos semanas
    • hemorragias nasales o obstrucción nasal persistentes
    • infecciones auditivas frecuentes

Pronóstico

El pronóstico depende de la etapa del cáncer en cada región.

    • Cánceres de las vías aerodigestivas: en general mientras más cerca de la boca se localice el cáncer, mejor es el pronóstico. Esto podría deberse al hecho de que es más fácil detectar los tumores en etapa inicial en la región del labio y de la boca. Los tumores pequeños tienen una tasa de curación del 75 al 95%. Aún muchos de los tumores que se han diseminado por los ganglios linfáticos son potencialmente curables, pero la tasa de curación disminuye en los tumores más grandes o en tumores que se han diseminado.
    • Labios y boca: las etapas iniciales tiene una tasa de curación del 90 al 100% Las etapas más avanzadas tienen una tasa de cura del 65 al 90% si el cáncer no se ha diseminado a los ganglios linfáticos del cuello. Los cánceres que se han diseminado a los ganglios linfáticos o a otras áreas del cuerpo tienden a presentar un pronóstico más pobre.
    • Glándulas salivales: el cáncer de glándulas salivales en etapa inicial puede curarse solo con cirugía. El pronóstico es más pobre en los cánceres debajo de la lengua o en las glándulas salivales menores, los cánceres que han invadido el nervio facial y los cánceres avanzados que se han diseminado.
    • Nasofaringe: la radiación cura el 80 al 90% de personas con cánceres pequeños nasofaríngeos que no se han diseminado. La supervivencia disminuye de un 10 a un 40% en las etapas finales.
    • Cavidades nasales y sinusales: dado que la mayoría de los tumores en esta región se diagnostican en una etapa avanzada, el pronóstico es usualmente pobre. En general, la tasa de cura es del 50% o menor.
    • Garganta y laringe: si el cáncer es pequeño y no se ha diseminado a los ganglios linfáticos, la tasa de cura es del 75 al 95%.

 

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