Mamografía y tomosintesis 3D. Mediante la mamografía digital se obtiene una imagen de cada mama, mientras que la Tomosíntesis 3D captura múltiples imágenes de cada una, a partir de analizar diferentes capas con separaciones milimétricas.
En comparación con la mamografía digital, la tomosíntesis ha demostrado reducir entre un 30% y un 40% la necesidad de completar los estudios – especialmente en los procesos benignos y en las asimetrías, al mismo tiempo que disminuye los falsos positivos, lo que a su vez se traduce en menos estudios adicionales y en un menor compromiso emocional de la mujer. Por otro lado, la mamografía 3D también posee una mayor sensitividad en el diagnóstico de cánceres invasores que la mamografía digital.
La Tomosíntesis 3D utiliza informática de gran potencia para convertir las imágenes digitales de las mamas en una pila de capas muy finas o “láminas” y generar una “mamografía tridimensional”.
Durante la parte del examen de tomosíntesis, el brazo de rayos X forma un arco sobre la mama y toma varias imágenes de la mama en sólo unos segundos. Luego, una computadora produce una imagen en 3D del tejido mamario en capas de un milímetro.
Ahora el radiólogo puede ver el tejido mamario con mucho más detalle de una manera nunca antes posible. En lugar de ver todas las complejidades del tejido mamario en una imagen plana, el médico puede examinar el tejido milímetro a milímetro. Los detalles delicados son claramente más visibles, ya que ahora no están ocultos sobre o debajo del tejido.
Un examen de tomosíntesis es prácticamente igual a una mamografía tradicional, el técnico le dirá dónde debe ponerse, comprimirá la mama bajo una paleta y tomará imágenes desde diferentes ángulos. Un examen de tomosíntesis de mama puede utilizarse como herramienta de detección junto con una mamografía digital tradicional o por sí solo como una mamografía de diagnóstico. Esto llevará solamente unos pocos segundos y el tecnólogo podrá ver todas las imágenes en su computadora para asegurarse de haber captado imágenes adecuadas para realizar el diagnostico, esto siempre debe hacerlo un médico radiólogo certificado, quien informará los resultados a su médico o directamente al paciente.
En la actualidad es bien sabido que la detección temprana es la mejor defensa contra el cáncer de mama. Si detectamos el cáncer en sus primeras etapas, las posibilidades de superarlo son muy positivas. Hasta ahora, la mejor manera es hacerlo con una mamografía digital.
La mamografía digital utiliza una cámara especialmente diseñada y una computadora para producir una imagen que se muestra en un monitor de alta resolución.
Aunque la mamografía digital es una de las tecnologías más avanzadas disponibles en la actualidad, es solamente una fotografía en dos dimensiones de la mama. Debido a que la mama está compuesta de cavidades de tejido denso rodeadas de grasa, cuando se saca una radiografía, crea una imagen similar a la bruma. El tejido superpuesto en la imagen dificulta ver los “puntos” pequeños, llamados microcalcificaciones, y otros signos sutiles de cáncer precoz.
En algunos casos, el radiólogo puede solicitarle que regrese para realizar un examen de seguimiento, como por ejemplo un ultrasonido mamario para descartar algún área sospechosa, y si poder descartar los “falsos positivos”.
La detección temprana es la clave: nuestro principal objetivo siempre ha sido ofrecer la mejor calidad de imagen, el diagnóstico mas acertado, interpretación realizada por expertos certificados y altamente preparados, y la atención humana y respetuosa a nuestras pacientes, agregando la tomosíntesis de mama a nuestros servicios de salud mamaria. Es importante que todas las mujeres mayores de 40 años se realicen el examen de detección del cáncer de mama una vez al año.