Qué es el cáncer de cabeza y cuello? es un grupo de cánceres que se originan en la cavidad oral, la laringe, la faringe, las glándulas salivales, la cavidad nasal y los senos paranasales. Estos cánceres se agrupan juntos debido a su proximidad y porque los cirujanos de cabeza y cuello (o médicos ENT) son casi siempre miembros del equipo oncológico que se encarga de los pacientes con estas enfermedades. La mayoría de las veces, estos cánceres comienzan en las células escamosas dentro de la boca, la nariz, la garganta y a menudo se identifican como carcinoma de células escamosas (aunque otros tipos de cánceres pueden surgir en la cabeza y el cuello).
Los factores de riesgo para el cáncer de cabeza y cuello incluyen:
- la edad
- el género
- el uso de alcohol y tabaco
- la radiación o la exposición al asbesto
- la mala higiene bucal
- la etnia, especialmente de origen asiático (cáncer de nasofaringe)
- el virus del papiloma humano (VPH)
El cáncer de cabeza y cuello es más probable en los adultos mayores de 50 años y es dos veces más probable en los hombres.
Los síntomas típicos del cáncer de cabeza y cuello a menudo incluyen un dolor de garganta persistente, dificultad para tragar, una herida que no sana y ronquera de la voz. Otros síntomas dependen de la localización del cáncer, pero a menudo pueden incluir:
- sangrado inexplicable en la boca
- manchas blancas o rojas en la boca
- hinchazón de la mandíbula
- dificultad para abrir la boca
- dolor de oído
- dolor al tragar
- dificultad para respirar y/o hablar
- dolores de cabeza frecuentes
- infecciones crónicas de los senos paranasales
- dolor de dientes, ardor en las encías, dientes flojos
- sangrado inexplicable en la nariz
- entumecimiento o parálisis facial
- pérdida de la audición
- masa indolora en el cuello
Cómo se evalúa el cáncer de cabeza y cuello
Su médico de cabecera comenzará preguntándole acerca de su historia clínica, factores de riesgo y síntomas. También se le realizará a un examen físico.
El médico podría ordenar uno o más de los siguientes exámenes de diagnóstico por imágenes para ayudar a determinar si usted tiene un cáncer y si el mismo se ha diseminado:
- Endoscopia: este examen por imágenes utiliza un instrumento óptico iluminado flexible, llamado endoscopio, para visualizar el interior del cuerpo y sus órganos. Con la ayuda de anestesia tópica, se inserta el tubo en la boca o la nariz para capturar imágenes y evaluar las células anormales.
- RMN de la cabeza: durante la RMN de la cabeza se utilizan un potente campo magnético, pulsos de radiofrecuencia y una computadora, para producir imágenes detalladas del interior de la cabeza y el cuello. Actualmente, la RMN es el examen por imágenes de la cabeza más sensible en la práctica clínica de rutina.
- TC de los senos paranasales: este examen de diagnóstico médico produce múltiples imágenes o fotografías de las cavidades de los senos paranasales del paciente. Las imágenes de sección transversal generadas durante la exploración por TAC pueden ser reformateadas en múltiples planos, e incluso pueden generar imágenes tridimensionales (3D). Se utiliza principalmente para detectar diferentes tipos de cánceres de los senos paranasales y de la cavidad nasal, y para planear las cirugías.
- TC de la cabeza: al igual que la TC de los senos paranasales, la TC de la cabeza puede ayudar a detectar anomalías de los senos paranasales y de la cavidad nasal.
- Rayos X panorámicos dentales: también llamada radiografía panorámica, es un examen dental con rayos X en dos dimensiones (2-D) que captura toda la boca en una sola imagen, incluyendo los dientes, las mandíbulas superior e inferior, y las estructuras y tejidos circundantes. Puede ayudar a revelar la presencia de cánceres orales.
- TC este tipo de exploración por TC usa una tecnología especial para generar imágenes tridimensionales (3-D) de estructuras dentales, tejidos blandos, nervios y huesos en la región craniofacial, en una sola exploración. Las imágenes obtenidas con la TC de haz cónico permiten una planificación más precisa del tratamiento. Es útil para la evaluación de la mandíbula, los senos paranasales, los canales de los nervios y las cavidades nasales.
- PET/TC: este tipo de imágenes nucleares combinan las exploraciones por PET y las exploraciones por TC para proporcionar imágenes que identifican la ubicación anatómica de la actividad metabólica anormal en la cabeza y el cuello. Puede detectar el cáncer de cabeza y cuello, determinar si se ha diseminado, evaluar la eficacia de un plan de tratamiento, y determinar si el cáncer ha regresado después del tratamiento.
- RX del tórax o pecho: el lugar más común al cual se disemina el cáncer de cabeza y cuello es el pulmón. Además, los/as pacientes con cáncer de cabeza y cuello (especialmente si son/fueron fumadores/as) pueden tener un cáncer de pulmón no relacionado con el cáncer de cabeza y cuello. Su médico podría ordenar una simple radiografía de tórax o una exploración por TC del tórax para investigar.
Si estos exámenes no hacen sospechar que puede haber un cáncer, entonces no se necesitan más procedimientos o pasos. Su doctor podría querer revisar el área en otras visitas más adelante.
Si estos exámenes no demuestran claramente que una anormalidad es benigna, podría ser necesario hacer una biopsia. Una biopsia es la extracción de tejido para examinar en el mismo la presencia de una enfermedad. Las biopsias se realizan de diferentes formas. Algunas biopsias consisten en la extracción de una pequeña cantidad de tejido con una aguja, mientras que otras consisten en la extirpación quirúrgica de la totalidad del bulto, o nódulo, que se considera sospechoso.
Generalmente se extrae el tejido mediante la colocación de una aguja a través de la piel hasta la zona de la anomalía. Esto generalmente se denomina aspiración con aguja fina (FNA, por sus siglas en inglés). Las biopsias puede hacerse en forma segura con guía por imágenes tales como el ultrasonido, los rayos X, la tomografía computarizada (TC), o las imágenes por resonancia magnética (RMN).
Forma en que se trata el cáncer de cabeza y cuello
El tipo de tratamiento recomendado depende de la ubicación, el tamaño y el tipo de cáncer, su tasa de crecimiento, y la salud general del paciente.
Los tres tipos más importantes de tratamiento para manejar el cáncer de cabeza y cuello son la radioterapia, la cirugía y la quimioterapia. La combinación óptima de las tres modalidades de tratamiento para una paciente con un tipo particular de cáncer de cabeza y cuello depende del sitio del cáncer y de la etapa (extensión) en la que está la enfermedad.
Los tratamientos primarios son la radioterapia o la cirugía, o ambas combinadas; la quimioterapia se usa generalmente como un tratamiento adicional, o adjuvante. También se usa la quimioterapia si el cáncer se ha diseminado más allá de la cabeza y el cuello. Esto no es común en el caso del cáncer de cabeza y cuello.
En general, los pacientes con cánceres de cabeza y cuello en sus etapas tempranas (cánceres pequeños, confinados al sitio de origen) son tratados con una sola modalidad, la radioterapia o la cirugía. Los pacientes que tienen cánceres más extendidos son tratados generalmente con múltiples terapias; quimioterapia y radioterapia concurrentes, cirugía y radiación, o incluso los tres tratamientos. A veces, dependiendo del escenario clínico, los pacientes son tratados con cirugía seguida por radioterapia postoperatoria (con o sin quimioterapia concurrente).
En general, si se ha recomendado la extirpación del tumor primario por cirugía, se usa radiación luego de la cirugía solamente si es necesario. A veces, no obstante, el cáncer es extenso o no es posible extirparlo completamente de entrada. La radioterapia es administrada primero para tratar de achicar el tumor, y la cirugía se hará después de la radioterapia.
Los cánceres de la cabeza y cuello frecuentemente se diseminan a los nódulos linfáticos en el cuello. Por lo tanto, la cirugía y/o la radiación a menudo tratan estos nódulos en el cuello, además del sitio primario del cáncer. La cirugía se llama disección de cuello y si ha sido recomendada, se la hace, por lo general, al mismo tiempo que la cirugía del sitio primario.
Si el plan de tratamiento involucra radioterapia para el cáncer primario, el cuello se trata a menudo con radioterapia. Además, se podría recomendar una disección de cuello para extirpar los nódulos linfáticos.
Estudios recientes indican que la quimioterapia administrada al mismo tiempo que la radioterapia es más efectiva que si es administrada antes de un curso de radioterapia. Por lo tanto, los programas de radioterapia a veces incluyen quimioterapia si la etapa del cáncer es avanzada (avanzada en etapa III o etapa IV). Los fármacos más comúnmente administrados junto con la radioterapia son el cisplatino (Platinol) y el Cetuximab (Erbitux). Ocasionalmente, otros fármacos podrían incluir el 5 fluorouracilo (5-FU, Adrucil), el carboplatino (Paraplatin), el paclitaxel (Taxol), y el docetaxel (Taxotere). Esta es una lista parcial de los agentes quimioterapéuticos; su médico podría elegir usar otros. La quimioterapia se puede administrar de varias formas, incluyendo una dosis baja diaria, una dosis moderadamente baja semanal, o una dosis relativamente alta cada tres o cuatro semanas.
Típicamente, se podría utilizar uno de los siguientes procedimientos para tratar el cáncer de cabeza y cuello:
- La radioterapia de haz externo (EBT): un método para entregar un haz de rayos X o haces de protones de alta energía al sitio del tumor. El haz se genera fuera del paciente (por lo general mediante un acelerador lineal rayos X y ciclotrón o sincrotón para el haz de protón) y si dirige al sitio del tumor. Dichos rayos X pueden destruir las células cancerosas y la planificación cuidadosa del tratamiento permite dejar a los tejidos normales circundantes sin mayor efecto.
- La radioterapia de intensidad modulada (IMRT, por sus siglas en inglés [Intensity-modulated radiation therapy]) es una modalidad avanzada de radioterapia de alta precisión que utiliza aceleradores de rayos X controlados por computadora para administrar dosis de radiación precisas a un tumor maligno o a áreas específicas dentro del tumor. La dosis de radiación está diseñada para conformarse a la forma tridimensional (3D) del tumor mediante la modulación (control) de la intensidad del haz de radiación para enfocar una dosis más alta en el tumor, al tiempo que se reduce al mínimo la exposición a la radiación en las células sanas.