La resonancia magnética (MRI) de la columna cervical es un estudio seguro e indoloro en el cual se utiliza un campo magnético y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de la columna cervical (los huesos ubicados en la parte posterior del cuello). En la resonancia magnética no se utiliza radiación y ésta es una de las diferencias que tiene con la tomografía TAC.
El equipo de resonancia magnética está conformado por un gran imán con forma de anillo que tiene un túnel en el centro. Los pacientes se ubican en una camilla que se desliza hacia el interior del túnel. En algunos centros, las máquinas de resonancia son abiertas, es decir que tienen aberturas más grandes y son muy útiles para los pacientes que sufren de claustrofobia. Las máquinas de resonancia magnética se encuentran en hospitales y centros radiológicos.
Durante el examen, las ondas de radio manipulan la posición magnética de los átomos del organismo, lo cual es detectado por una gran antena y es enviado a una computadora. La computadora realiza millones de cálculos que crean imágenes claras y en blanco y negro de cortes transversales del organismo. Estas imágenes se pueden convertir en fotos tridimensionales (3D) de la zona analizada. Esto ayuda a ubicar con precisión los problemas de la columna cervical cuando el equipo se centra en esa zona.
Por qué se realiza
La resonancia magnética es capaces de detectar una variedad de afecciones de la columna cervical y problemas en los tejidos blandos de la columna vertebral, como la médula espinal, los nervios y los discos.
Este estudio se suele solicitar para evaluar lesiones de las siete vértebras cervicales o de la médula espinal. Los médicos también solicitan una resonancia para lo siguiente:
- evaluar la anatomía de la columna cervical
- ayudar a planificar una cirugía de la columna
- monitorear los cambios en la columna después de una operación
La resonancia de la columna cervical puede resultar útil para evaluar problemas como dolor, adormecimiento, cosquilleo o debilidad en los brazos, los hombros o la zona del cuello, además de ayudar a detectar algunas enfermedades crónicas del sistema nervioso. También pueden ayudar a diagnosticar tumores, hemorragias, hinchazón, infecciones o afecciones inflamatorias de las vértebras y los tejidos que las rodean.
En general, no es necesario realizar ninguna preparación especial para las resonancias magnéticas de la columna cervical. Sin embargo, el técnico hará que su hijo se quite todos los objetos metálicos (como anteojos o alhajas) porque el metal puede producir manchas brillantes o blancas en la película (pero las emplomaduras y los aparatos dentales no interfieren con el estudio). También le harán preguntas para asegurarse de que su hijo no tenga clips metálicos internos de cirugías previas ni ningún otro elemento que pueda causar problemas cerca de un campo magnético fuerte. Tampoco se permite introducir dispositivos electrónicos en la sala de resonancia.
Para que los resultados sean de la mayor calidad posible, su hijo debe quedarse quieto durante el examen. Por eso es que tal vez deban sedarlo, en especial si es un bebé o un niño pequeño, que seguramente tendrá dificultad para quedarse quieto para el estudio. Si es necesario sedar a su hijo, le pedirán que haga ayuno (de alimentos y líquidos) determinada cantidad de tiempo antes de la resonancia para que tenga el estómago vacío. Es importante notificar a los técnicos acerca de cualquier enfermedad, alergia, reacciones previas a fármacos o de un embarazo.
Los medicamentos sedantes se suelen administrar por medio de una vía intravenosa (un pequeño tubo que se introduce en una vena) y ayudan al niño a dormir durante todo el estudio. Los sedantes también son útiles para los niños claustrofóbicos. Para aliviar la ansiedad antes y durante el examen, algunos pacientes toman sedantes de administración oral en el camino hacia el hospital o el centro radiológico.
Para detectar problemas específicos, es posible que su hijo reciba una solución de contraste por vía intravenosa. Esta solución, que no provoca dolor al entrar en las venas, permite resaltar algunos problemas de la columna cervical (como infecciones o inflamación) para que los médicos vean más detalles en áreas específicas. La solución de contraste que se utiliza en las resonancias magnéticas es segura y las reacciones alérgicas son muy inusuales. Antes de administrar la solución de contraste, el técnico le preguntará si su hijo es alérgico a algún medicamento o alimento.
Puede quedarse en la sala de resonancia con su hijo hasta que comience el estudio y, en algunos centros, también podrá quedarse durante todo el procedimiento. De lo contrario, se irá con el técnico a una sala contigua o le pedirán que permanezca en una sala de espera. Si se encuentra cerca, podrá ver a su hijo a través de una ventana grande y hablar con él por un intercomunicador durante los recesos. Esto tranquilizará a su hijo si está despierto en el equipo de resonancia.
Procedimiento
La resonancia magnética de la columna cervical suele durar entre 30 y 45 minutos. Su hijo debe recostarse en una camilla móvil mientras el técnico lo coloca en la posición correcta. Es posible que le coloquen a su hijo un dispositivo plástico especial alrededor del cuello. La camilla se deslizará hacia el interior del túnel y el técnico tomará las imágenes del cuello. Cada registro lleva unos cuantos minutos.
A medida que se realiza el examen, su hijo escuchará sonidos repetitivos provenientes de la máquina. Esto es absolutamente normal. Es probable que a su hijo le entreguen auriculares para escuchar música o tapones para los oídos a fin de bloquear el sonido. Además, tendrá a su disposición un botón para llamar si se siente incómodo durante el estudio. Si está sedado, su hijo será monitoreado en todo momento y estará conectado a una máquina que verifica los latidos del corazón, la respiración y el nivel de oxígeno.
Una vez finalizado el estudio, el técnico ayudará a su hijo a bajarse de la camilla. Si se utilizó un sedante, su hijo puede ser trasladado al área de recuperación.
Qué esperar
Las resonancias magnéticas son indoloras. Tal vez su hijo deba quedarse quieto en la camilla entre 30 y 45 minutos para el procedimiento, pero se realizan breves recesos entre cada registro de imágenes. Si su hijo tiene frío mientras está acostado en la camilla, se le podrá dar una manta.
A menos que se utilicen sedantes o que los técnicos indiquen lo contrario, su hijo puede regresar inmediatamente a su dieta y rutina normales. La mayoría de los sedantes desaparecen en 1 ó 2 horas y el material de contraste que se utiliza es expulsado del organismo en aproximadamente 24 horas.
Obtención de los resultados
Las imágenes de resonancia magnética serán analizadas por un radiólogo especialmente capacitado para interpretar los registros. El radiólogo enviará un informe al médico, quien hablará con usted acerca de los resultados y le explicará qué significan. En la mayoría de los casos, los resultados no se pueden entregar directamente al paciente o a la familia en el momento del examen. Si la resonancia magnética se realizó por una emergencia, el resultado puede estar rápidamente.
Riesgos
Las resonancias magnéticas son seguras y se realizan fácilmente. El campo magnético o las ondas de radio no tienen riesgos para la salud, ya que las ondas de radio de baja energía no utilizan radiación. El procedimiento se puede repetir sin efectos colaterales.
Si su hijo debe ser sedado, existe una pequeña probabilidad de que respire más lentamente debido a los medicamentos. Si hay algún problema con los sedantes, el personal encargado de realizar la resonancia le brindará tratamiento inmediatamente.
Las reacciones alérgicas a la solución de contraste son muy inusuales, pero los técnicos y el resto del personal están preparados para manejar estos casos.
Ayudar a su hijo
Puede ayudar a su hijo a prepararse para la resonancia magnética explicándole en qué consiste el examen en palabras sencillas antes del estudio. Asegúrese de explicarle que le examinarán el cuello y que es probable que el equipo emita un zumbido o golpeteos.
También puede ser útil recordare a su hijo que usted estará cerca durante todo el estudio. incluso existe un espejo que ayuda al paciente a visualizar al medico y el equipo técnico en todos momento lo cual reduce la ansiedad de nuestros pacientes.
Si es necesario inyectar un líquido de contraste o un sedante, puede decirle a su hijo que el pinchazo de la aguja será muy breve y que el examen es indoloro.
Si su hijo estará despierto durante el estudio, asegúrese de explicarle que es muy importante que permanezca quieto. algunas madres optan por metodos de relajación alternativos como las flores de bach para relajar a sus hijos que que permanezcan quitos y relajados durante los pocos minutos que dura el estudio.
Si tiene alguna pregunta
Si tiene preguntas acerca del procedimiento de resonancia magnética, hable con su médico. También puede hablar con el técnico encargado de realizar la resonancia antes del estudio.