Tomografía computada en cabeza y cuello. La TAC ha significado un gran avance en el diagnóstico por imágenes. Ha renovado el interés en esta técnica y ampliado claramente sus indicaciones en todas las áreas. En este artículo, repasamos su utilidad en Neurorradiología e imágenes de Cabeza y Cuello, haciendo hincapié en las más recientes indicaciones y ejemplos de la práctica cotidiana.
El creciente y vertiginoso avance tecnológico impulsa el constante desarrollo en el equipamiento utilizado en el diagnóstico por imágenes.
Un mayor número de filas de detectores implica mayores ventajas, entre ellas:
1. Una disminución significativa del tiempo de examen, lo que permite una evaluación de cuerpo entero (desde la convexidad del cerebro hasta los pies) en aproximadamente 25 segundos para una TAC. Esto es de gran implicancia clínica en las emergencias (ej. politraumatizados, inestables, etc.), en pacientes graves (disneicos, añosos, etc.) y en la población pediátrica (evita en ocasiones la necesidad de anestesia o disminuye significativamente la duración de ésta).
2. Cortes más finos, de mejor resolución, incrementándose, por lo tanto, el poder de detección de lesiones más pequeñas. Es de gran importancia en la búsqueda de metástasis o pequeños tumores y en precisar relaciones anatómicas importantes para la toma de decisiones quirúrgicas.
3. Realización de reconstrucciones multiplanares isotrópicas en diferentes planos estrictos, oblicuos, curvos o irregulares. Esto significa que se obtienen imágenes en los planos coronal y sagital de la misma calidad que los originales en el plano axial. También pueden realizarse reconstrucciones volumétricas, lo cual facilita la comprensión espacial de la patología, ayudando a la planificación terapéutica. Existen varias técnicas (por ej: MIP o máxima intensidad de proyección y MiniMIP o mínima intensidad de proyección; representación de volumen o “volume rendering” y representación de superficie o “surface rendering”) que el radiólogo puede utilizar para destacar elementos anatómicos o patológicos.
4. Evaluación de los vasos sanguíneos de gran y mediano calibre con detalle similar a las angiografías por cateterismo pero en forma no invasiva (angioTAC). A diferencia de los tomógrafos helicoidales simples, la TAC cuenta con un software que permite monitorear la llegada del medio de contraste a la región vascular de interés (arterias aorta, coronarias, renales, etc.). Se evitan de esta forma errores en el timing -muy frecuentes en la tomografía helicoidal convencional-, que provocaban exámenes subóptimos y, por lo tanto, no diagnósticos. Esto es altamente ventajoso cuando es necesario captar las distintas fases del contraste en las angiotomografías de arterias o venas así como también en los diferentes órganos (fases arterial, parenquimatosa y venosa).
5. Menor utilización de volumen de contraste iodado en comparación con la tomografía convencional o helicoidal, lo cual resulta importante en pacientes con alteración de la función renal. Asimismo, la TAC permite utilizar gadolinio como alternativa al contraste iodado (paciente alérgicos al yodo, por ejemplo), de tomógrafos con menor número de filas de detectores.
6. Realización de endoscopías virtuales de alta calidad diagnóstica. Efectivamente, es posible introducirse virtualmente en el interior de cualquier víscera hueca, de estructuras vasculares, traqueobronquiales, etc. y lograr imágenes similares a las obtenidas con endoscopía convencional. Además de la obvia ventaja de ser no invasiva, la endoscopía virtual permite explorar el órgano distalmente a las estenosis infranqueables, siendo en estas situaciones un interesante complemento de la endoscopía convencional.
7. Las nuevas técnicas que permite la TAC, como la evaluación de la perfusión de órganos (cerebral, miocárdica, etc.) y la reconstrucción anatómica cardiovascular para poder evaluar en forma no invasiva las arterias del cuerpo, son realmente revolucionarias. La innovación más espectacular de estas aplicaciones es el cambio estratégico en la evaluación del dolor precordial así como en el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad coronaria La aparición de la TAC también contribuyó al desarrollo e incorporación de otras tecnologías en Diagnóstico por Imágenes, como el sistema electrónico de comunicación y archivo de imágenes (PACS, siglas en inglés de Picture Archiving and Communication System). Este sistema es fundamental para reemplazar la impresión gráfica clásica de películas radiográficas, ya que el número de imágenes adquiridas durante un sólo estudio oscila entre 300 y 2000 por paciente.
Las ventajas y aplicaciones de la TAC la han convertido en una herramienta indispensable del diagnóstico por imágenes con un campo de aplicación vasto e importante en toda la economía.
En esta comunicación nos concentraremos en los alcances de la TAC en la patología del Sistema Nervioso y Cabeza & Cuello.
Son múltiples las ventajas de la TAC en estas regiones. Es bien conocida la utilidad de la TAC en sistema nervioso, fundamentalmente en la patología de guardia, en pacientes críticos y como rastreo de numerosas patologías. La TAC con cortes submilimétricos agrega un barrido mucho más detallado del parénquima encefálico y del cráneo, evitando los tan comunes artificios por “volumen parcial” y minimizando los artificios de Hounsfield. Con el agregado de las reconstrucciones multiplanares también mejora la performance del método en las patologías que afectan estructuras como el cuerpo calloso, la región pineal, el acueducto o el foramen magno (ej: lipoma del cuerpo calloso, estenosis del acueducto, quiste pineal, S de Chiari, etc.). La TAC agrega, además, el estudio del sistema vascular cerebral y cervical en conjunto, ya que la velocidad del tomógrafo permite el estudio de ambas regiones en tiempo arterial y venoso. De esta forma, nos ofrece la posibilidad de obtener mapas de perfusión del parénquima encefálico y una calidad superlativa en la evaluación de estructuras vasculares, arteriales y venosas mediante la angioTAC
Para el estudio con equipos de tomografía computada helicoidal convencional de alta resolución del macizo facial (oídos, órbitas, senos paranasales, etc.) se requiere la realización de 2 adquisiciones: una en plano axial y otra en coronal. Las imágenes en plano coronal pueden verse degradadas por la presencia de amalgamas dentales, además de resultar dificultoso el cambio de decúbito en el caso de pacientes añosos o doloridos. Estos artificios e incomodidades pueden evitarse con la TAC al efectuar sólo una adquisición de cortes ultrafinos en el plano axial en pocos segundos y al realizar luego, en la estación de trabajo, las reconstrucciones coronales y sagitales u oblicuas, con excelente resolución, similar al plano de adquisición.
Trackbacks/Pingbacks